- El contrato de compraventa es solamente vinculante cuando la factura proforma o la oferta del vendedor está firmada con el sello y firma de QUBICO.
- Cada factura proforma u oferta del vendedor que esté firmada por el comprador para su aceptación constituye la aceptación del contrato compraventa y de las condiciones generales de venta.
- Una vez que la factura proforma o la oferta del vendedor esté firmada por el comprador, el comprador no puede anular el contrato compraventa.
- Los plazos de entrega son indicativos, a menos que se indique lo contrario, y no representan un compromiso de entrega de la mercancía en dicha fecha. Los retrasos en la entrega y/o daños en la mercancía no conllevan a un reembolso por parte del vendedor ni a la anulación del contrato compraventa.
- Todos los reclamos deben ser presentados por escrito dentro de los ocho días desde la recepción de la mercancía.
- Todas las facturas se pagan por adelantado, a menos que se indique lo contrario.
- En caso de factura(s) pendiente(s) de pago, el vendedor tiene, automáticamente y sin previo aviso, el derecho de recibir una tasa de interés anual de 12% sobre el monto no pagado, a partir del día 14 después de la fecha estipulada contractualmente.
- Todas las Condiciones Generales del comprador, o cualquier otra condición, establecidas en los documentos del comprador están excluidas.
- A menos que se indique lo contrario, los contratos de compraventa están regulados por ICC Incoterms 2010.
- Todas las mercancías siguen siendo propiedad del vendedor hasta que éste reciba el pago total de todos los contratos compravente por parte del comprado. Cada pago sera atribuido a la factura debida más vieja.
- El vendedor podrá cancelar el contrato de compraventa por escrito, sin previo aviso, sin recursos legales y sin pagar ningún tipo de compensación a favor del comprador, en caso de quiebra, liquidación, y/o en caso evidente de problemas de liquidez por parte del comprador.
- Los tribunales de Gante tienen la competencia exclusiva sobre todas las disputas. Todos los contratos se rigen por la legislación belga.